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UN SER FELIZ QUE AUN CREE EN LA BONDAD DEL AMOR

miércoles, 7 de julio de 2010

MI JUGUETE DE NIÑA


Ha ido conmigo por tantos años,
guardando cada recuerdo, cada historia
y hoy ante mi, al levantar su tapita
han saltado los recuerdos con que crecí…
Y digo crecer, porque me hice grande
en estatura… además siento,
que tambien mi corazón creció
y mis sueños e ilusiones…
Me guardó un borrador y un corazoncito rojo
que aún conservo cuando empecé la escuela…
para mi primera comunión me sirvió
de alcancía, alli guarde los regalos
en billetes que me díeron…
y en mis quince años me guardó una cadenita
y el reloj…
Alli estaba conmigo, cuando una tarde
debí guardar la imagen de papá llorando
desconsolado, porque mami ya no estaría más…
y se fué conmigo al año, en el que dejé la casa
porque sus paredes llenas de ausencia,
me traspasaban el alma…
Y tuve que salir volando a posarme en
cualquier rama como una mariposa temblorosa
y triste, que no conoce el peligro
pero se enfrenta a el, confiada…
La vida continuó y ella a mi lado…
en su interior también las cadenitas
de los chicos y el eco de nuestras risas
uno que otro dolor por más ausencias…
y un dia, supe cuanto le amaba,
a mi fiel jueguete de niña, que guarda
también mi ternura por la vida
mi pasion por vivirla
mi entrega y mis desvelos…
Y ahora, el amor que me invade dia a dia
y me impulsa a hacer un parentesis
para dedicarle este homenaje
a este precioso tesoro que es mi ollita!!!
Se lo merece señores y señoras
nadie sabe el amor con que ella va
acariciada por mis manos suaves
dejando en cada etapa de mi vida
un poco o mucho de aquella herencia
que no tiene precio…
la que me dejaron los abuelos,
mis padres, mis mayores,
la que habla de la gratitud,
la generosidad, la caridad
y el sembrar semillas de amor
que quizá a veces no vemos florecer
pero que son simiente
para alguien que vendrá
y encontrará que el mundo sembrado
de esperanza es menos cruel…
Solo yo sé con cuanto amor la llevo
por la vida… a mi ollita de peltre,
peladita porque la edad no llega en vano
y a ella las arrugas no le salen como
me saldran a mi…
solo yo sé, escuchar cuando la abro
las risas de mi madre y el silbar de mi padre,
las voces de cada uno de mis hermanos
y el murmullo del agua del arroyo,
el sonido del camino en la vereda
que conduce a la casa solariega
donde en tardes retozábamos felices…
Solo yo puedo escuchar el ulular del buho
el canto de las chicharras y los grillos
y ver la luz de la luciérnaga en verano
cruzar feliz en su vuelo hacia la encina…
alli en mi recuerdo aún puedo ver el gato
tras la puerta, saltando con su cola levantada
cuando me asomo a verle maullar…
Y el relincho del caballo anunciando
que papá acaba de llegar…
Rememoro el aroma del arroz de leche al fuego,
en la tarde de domingo para el algo…
Solo yo… tengo ahora el privilegio
de contarle la dicha que me embarga
y cerrar la tapita con dulzura
para que no se escape mi alegría!

Norha E.